sábado, 13 de junio de 2009

Tesoros naturales del Bierzo ÁRBOLES MONUMENTALES

Tesoros naturales del Bierzo
ÁRBOLES MONUMENTALES


EL CAMPANO DE VILLAR DE ACERO:
Un cartel anunciador rudimentario, en la carretera de acceso a Villar de Acero, nos indica la dirección a seguir por una senda que nos conduce hasta este gigante
Se calcula que en España existen actualmente más de 3.500 árboles monumentales.
De ellos, aproximadamente, 60 se encuentran en el Bierzo. Y, de esta manera, nuestra Región es privilegiada no sólo en cuanto a la cantidad sino, sobre todo, en cuanto a la rareza de estos especímenes. Gracias a A Morteira, Asociación conservacionista dedicada a la protección de nuestros bosques, podemos saber de 46 de estos ejemplares tan valiosos. Es más, según los entendidos, en el TOP 5 de árboles más “especiales”, dos de ellos se encuentran en el Bierzo.
Seguidamente, expondremos a modo casuístico, la problemática de descuido o “pasotismo” de cuatro singularidades destacables en varios aspectos: volumen, altura, envergadura, fama, referencias literarias,…: el Campano, el Ciprés de la Anunciata, el Tejo de San Cristóbal y el árbol del amor de Arganda.


EL CAMPANO DE VILLAR DE ACERO:

Un cartel anunciador rudimentario, en la carretera de acceso a Villar de Acero, nos indica la dirección a seguir por una senda que nos conduce hasta este gigante. Este castaño (Castanea sativa) es el más excepcional del país por sus características morfológicas: con una longitud perimetral de 14 metros, casi milenario, deja admirados a todos los que lo contemplan, además de sus nada despeciables 32 metros de alzada. Está acompañado, a su izquierda, por el estupendo castañar “Daquelado”. Es un árbol totémico, todo un símbolo para Los Ancares. El monte en el que se integra constituye una Reserva Nacional de Caza, elevándose a la misma altitud que Campo del Agua (1330 m.) y que proporciona un idéntico aprovechamiento de pastos en el estío.

EL CIPRÉS DE LA ANUNCIADA:

En 2006, se celebró el IV Centenario de la fundación del Convento de la Anunciata, de la Congregación de Clarisas descalzas, y esta edad de 400 años es la que se le presupone al Ciprés anexo. Este ciprés, de cansancio, se inclina pidiendo clemencia. Sus múltiples achaques sólo se pueden ya, desgraciadamente, ralentizar: agentes patógenos lo atacan o afectan, como son la asmilaria mélea, hongo que se apoderó y acabó con el árbol de Guernica, el chancro colorado lo debilita de la misma gisa en que se ha convertido en plaga en varios lugares de Europa y los escoliótidos, pequeños escarabajos que taladran las ramas del ciprés, parecen estar anunciando su práctica defunción.
Se ha propuesto la creación de un Archivo con aportaciones documentales históricas, en el que se incluyan todos aquellos elementos escritos que, de alguna forma, tengan relación con este ciprés, el más longevo de España.
A raíz de los tratamientos dispensados a este ciprés, el Consejo del Bierzo comprometió la catalogación de todos los especimenes singulares de nuestros bosques, sin repercusión hasta el presente.
Una leyenda transmitida oralmente nos habla del hecho o acontecimiento protagonizado por Sor Mª de la Trinidad, durante la festividad dominical del Buen Pastor. Estando orando con devoción en el vetusto Relicario, que tenía vistas hacia la huerta y al Ciprés, vio al lado del árbol la imagen de Jesús Buen Pastor, rodeado de un número de ovejas, que coincidía con las religiosas que conformaban la Comunidad.
Este tan significativo árbol fue objeto de una emisión filatélica como el ciprés más alto y antiguo de España, dentro de la colección o serie dedicada a “Los árboles monumentales de España”.



EL TEJO DE SAN CRISTÓBAL:

El Tejo ha sido considerado desde siempre como un árbol sagrado en nuestra región, insertado en la cultura de nuestros antepasados astures. Por tanto, era objeto de culto religioso.
Este Tejo (Taxus baccata) tiene una altura total de 14,5 metros. Es milenario, gozando de una particular Protección: “Espécimen Vegetal de Singular Relevancia”.
Sus ubicaciones tenían que ver con la especial importancia del culto que se le dispensaba, todo ello plasmado en tradiciones, costumbres y cultura, en general: anexo a cementerios, ermitas o iglesias. Asimismo, servía para establecer los linderos de los prados o como protectores de las casas, según las creencias astur-celtas.
La edad aproximada de este espécimen sería de 2000 años o, quizá, más. Es tal el aprecio y la influencia que sigue manifestando sobre las gentes de este pueblo que su denominación se conserva en negocios particulares: Casa Rural “El Tejo Milenario” o Mesón “El Tejo”.
En el Bierzo se conoce como Tejo o “Teixo”. La iglesia intento y consiguió cristianizarlo. Prueba de ello son los Tejos que se instalaron posteriormente en varios rincones, siempre como complemento al cementerio o la parroquia: Complugo, Teixeira, Pradela, Villafeile, Salientes, Matalavilla o Noceda de Cabrera.
Las marcas más pronunciadas del tejo son:
De crecimiento lento y de gran resistencia y trayectoria vital. Su madera es fuerte, dura mas elástica. Por ello aún se puede utilizar, como en tiempos pretéritos, para fabricar arcos. Todo él es tóxico o venenoso, a excepción de un arillo rojo que envuelve sus semillas. Éste tiene un sabor agradable, dulzón y viscoso, lo que explica que los rapaces de los pueblos cercanos lo usaran de aperitivo, cuidando extremadamente de separarlo de la dura semilla que lo acompañaba.
Bajo las ramas y a la sombra del Tejo de S. Cristóbal nos podemos imaginar descansando a los monjes eremitas de la “Tebaida berciana”, después de una larga y dura caminata.


Las fotos de estos monumentos forman parte de obras de arte de numerosos artistas.
Monumento natural es un elemento natural de singular valor paisajístico, geológico, histórico o de otro tipo (incluso valor simbólico), desde un árbol centenario hasta un bosque, una cueva, una isla, etc. y cuya conservación aconseja un tipo de protección especial, ya que normalmente se encuentran fuera de un entorno susceptible de tener una protección superior.



Para catalogar un árbol como monumento de extraordinaria relevancia natural,hay que atender a varios criterios:Escasez de especies,tamaño,longevidad,belleza paisajistica,tradiciones y leyendas asociadas,singularidad,situación......


EL ÁRBOL DEL AMOR:Cercis siliquastrum L.

Especie originaria de Oriente Medio. Se adapta bien resguardado en otro tipo de climas, no demasiado extremos. Su esplendorosa floración, con colores atractivos es su nota más identitaria. Se le asocia con San Valentín, patrón de los enamorados.
De identificación científica como Cercis siliquastrum L., tiene una extraordinaria floración en abril o mayo, meses de cortejo amoroso y del resurgir o explosión de la naturaleza. Sin embargo, en su acepción más negativa, tiene el dudoso honor de ser el árbol que sirvió para el suicidio por ahorcamiento de Judas, según tradición cristiana.
Este ejemplar impresionante se erige en el jardín correspondiente al Palacio de Arganza, edificio notorio edificado hacia 1648. Después de ser arrasado literalmente por los franceses, se volvió a reconstruir en el mismo espacio en 1866. Convive en total sintonía con viejas higueras, almendros y tilos en una atmósfera del más acendrado romanticismo.
Su relevancia se debe, principalmente, a ser una especie de “personaje secundario” muy presente como inspiración del literato romántico villafranquino D. Enrique Gil y Carrasco, que lo inmortaliza en su producción más célebre: “El Señor de Bembibre”, el cual pretendía a la joven Beatriz, hija de los Señores de Arganza. La leyenda popular se ha extendido considerablemente.
El árbol de San Valentín se desarrolla hasta alcanzar unos 20 m. de altura, en algunos casos. Los exponentes más caracterizados se localizan en puntos distintos, distantes y variados de la provincia leonesa: Camplongo, en la Tercia de Arbás, rozando con Asturias, en Pombriego, localidad típica de la Cabrera, y en Arganza.

No se puede rematar sin hacer ver la conveniencia de legislar en España en defensa de los Árboles Monumentales y Singulares, ya que todavía se carece de una normativa uniforme del Estado con objeto de preservar y conservar esta gran riqueza natural. La cual está expuesta a peligros evidentes: falta de vigilancia, incendios, vandalismo, poco cuidado y dedicación,…


MARCELINO B. TABOADA