LA CUMBRE DEL CLIMA:
UN “FIASCO” COMPLETO (II)
La finalidad primordial de todas estas magnas reuniones (a largo plazo) es alcanzar la reducción de emisiones de C02, como mínimo en un 50% en el 2050 con respecto al año base de 1990 y, para conseguir este logro, los países deben marcarse metas intermedias. Por ello, los países industrializados avanzados tienen que disminuir sus emisiones de gases “efecto invernadero” entre un 25% y un 40% ya en el año 2020 y, posteriormente, llegar a una merma de entre el 80% y el 85% en el horizonte del 2050.
En la Cumbre se congregaron los máximos expertos en medio ambiente, así como los ministros o Jefes de Estado y organizaciones no gubernamentales de los 192 países integrados en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (CMNUCC). Ésta se pretendía que fuera la última conferencia para ya preparar lo que va a ser el período post-Kyoto. Asimismo fue la primera ocasión en que los Estados Unidos estuvieron presentes, siendo éstos los únicos que todavía no han firmado y ratificado el Tratado de Kyoto.
Entre los debates y discusiones más candentes en la fase preliminar de las primeras negociaciones para allanar la Conferencia, destaca la división y desencuentro entre las ópticas enfrentadas de los países desarrollados y de las naciones en desarrollo. Los mayores disensos se contenían, en los contactos previos, en torno a los siguientes aspectos:
- La reducción de la emisiones de dióxido de carbono en los países desarrollados:
En el 2007 la Unión Europea anunciaba la conclusión de un Plan para reducir sus emisiones de CO2 en un porcentaje de un 20% para el año 2020 (aprobado en el 2008) pero ningún otro país había expresado ni comprometido metas concretas cuantificadas para una disminución. No obstante, el nuevo inquilino de la Casa Blanca de EE. UU., Barack Obama, también divulgó su intención firme de que los Estados Unidos reducirían sus emisiones, mediante una serie de actuaciones, hasta dejarlas en idéntico nivel a las de 1990 y, por otra parte, anunció su promesa de bajar hasta un 80% el volumen de ellas para 2050. El Plan se complementaba con una fuerte apuesta y grandes inversiones en el desarrrollo de energías alternativas renovables.
- Por lo que respecta a la disminución de las emisiones de los países en desarrollo, se presenta un dilema irresoluble: cómo promover y potenciar el desarrollo y el crecimiento económico sin perjudicar innecesariamente al medio ambiente. El punto de vista interpretativo de la mayoría de los países en desarrollo es que la gran culpabilidad del cambio climático es achacable a las políticas en los países ricos, que estimulan la demanda de consumo; por consiguiente, sería radicalmente injusto penalizar y castigar por el uso de combustibles fósiles pues su fin es fabricar bienes y productos destinados a los países ricos, que son los beneficiados. Sin embargo, aún así, ciertos países en desarrollo ya se han sumado a las reducciones: México, en marzo de 2009, fue el primer y pionero país en desarrollo en proponer un objetivo ambicioso de reducir sus emisiones en un 50% con vistas al 2050. También China, dos meses antes de la Cumbre, anunció su Plan de cara a reducir la intensidad y amplitud de sus emisiones. En noviembre de 2009, finalmente, Brasil efectuó una propuesta para disminuir las emisiones derivadas y consecuencia de la deforestación, que será la primera y principal fuente y de gases de efecto invernadero en el 2020, en una proporción relevante del 80%.
- La cooperación y transferencia tecnológica dirigida a los países pobres:
La ONU considera que el mundo y sistema de producción occidental debería volcarse con los países pobres en el sentido de protegerlos contra el cambio climático pues son los que más lo sufrirán; ante ello, se creó un Fondo de Adaptación (paquete financiero con el objeto de ayudar a los países en desarrollo a defender y fortalecer sus economías ante el impacto potencialmente notorio del cambio climático). La raíz de la problemática estriba en que los países desarrollados no desean y aceptan “a regañadientes” este Plan por su importantes cifras de financiación, aunque la Unión Europea ya anunció su acuerdo para destinar o traspasar 7.200 millones de euros hasta el 2010 a los países en vías de desarrollo con la finalidad de luchar contra el cambio climático. A pesar de ello, el filántropo y benefactor financiero Soros ha propuesto algo más razonable: liberar y movilizar unos 150.000 millones de las reservas del Fondo Monetario Internacional (FMI)- los Special Drawing Rights- a fin de acudir en auxilio de los países pobres para que no padezcan tanto las repercusiones del cambio climático que se avecina.
En el 2007 la Unión Europea anunciaba la conclusión de un Plan para reducir sus emisiones de CO2 en un porcentaje de un 20% para el año 2020 (aprobado en el 2008) pero ningún otro país había expresado ni comprometido metas concretas cuantificadas para una disminución. No obstante, el nuevo inquilino de la Casa Blanca de EE. UU., Barack Obama, también divulgó su intención firme de que los Estados Unidos reducirían sus emisiones, mediante una serie de actuaciones, hasta dejarlas en idéntico nivel a las de 1990 y, por otra parte, anunció su promesa de bajar hasta un 80% el volumen de ellas para 2050. El Plan se complementaba con una fuerte apuesta y grandes inversiones en el desarrrollo de energías alternativas renovables.
- Por lo que respecta a la disminución de las emisiones de los países en desarrollo, se presenta un dilema irresoluble: cómo promover y potenciar el desarrollo y el crecimiento económico sin perjudicar innecesariamente al medio ambiente. El punto de vista interpretativo de la mayoría de los países en desarrollo es que la gran culpabilidad del cambio climático es achacable a las políticas en los países ricos, que estimulan la demanda de consumo; por consiguiente, sería radicalmente injusto penalizar y castigar por el uso de combustibles fósiles pues su fin es fabricar bienes y productos destinados a los países ricos, que son los beneficiados. Sin embargo, aún así, ciertos países en desarrollo ya se han sumado a las reducciones: México, en marzo de 2009, fue el primer y pionero país en desarrollo en proponer un objetivo ambicioso de reducir sus emisiones en un 50% con vistas al 2050. También China, dos meses antes de la Cumbre, anunció su Plan de cara a reducir la intensidad y amplitud de sus emisiones. En noviembre de 2009, finalmente, Brasil efectuó una propuesta para disminuir las emisiones derivadas y consecuencia de la deforestación, que será la primera y principal fuente y de gases de efecto invernadero en el 2020, en una proporción relevante del 80%.
- La cooperación y transferencia tecnológica dirigida a los países pobres:
La ONU considera que el mundo y sistema de producción occidental debería volcarse con los países pobres en el sentido de protegerlos contra el cambio climático pues son los que más lo sufrirán; ante ello, se creó un Fondo de Adaptación (paquete financiero con el objeto de ayudar a los países en desarrollo a defender y fortalecer sus economías ante el impacto potencialmente notorio del cambio climático). La raíz de la problemática estriba en que los países desarrollados no desean y aceptan “a regañadientes” este Plan por su importantes cifras de financiación, aunque la Unión Europea ya anunció su acuerdo para destinar o traspasar 7.200 millones de euros hasta el 2010 a los países en vías de desarrollo con la finalidad de luchar contra el cambio climático. A pesar de ello, el filántropo y benefactor financiero Soros ha propuesto algo más razonable: liberar y movilizar unos 150.000 millones de las reservas del Fondo Monetario Internacional (FMI)- los Special Drawing Rights- a fin de acudir en auxilio de los países pobres para que no padezcan tanto las repercusiones del cambio climático que se avecina.
LA REALIDAD A MEDIO TÉRMINO DEL CAMBIO CLIMÁTICO:
La prospectiva o proyección para las dos próximas décadas o consecuencias del cambio climático en relación con el calentamiento global son difíciles de predecir a juzgar por la opinión de los investigadores climáticos de todo el mundo. Los motivos de la complejidad y de la falta de fiabilidad se pueden resumir aludiendo a que los procesos y mecanismos naturales que provocan las precipitaciones, las tormentas, la subida del nivel del mar y otros variados efectos del calentamiento global dependen de una gran multiplicidad de factores diferentes y diversos. En segundo lugar, es ciertamente imposible la labor de proyectar con un margen escaso de error la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero en el futuro, dependiendo ello en buena medida tanto de decisiones políticas que no cabe adivinar como de descubrimientos tecnológicos y científicos imprevisibles.
Muchos de los efectos y repercusiones del calentamiento global ya se encuentran bien documentados y contrastados, corroborados con observaciones de la vida real, si bien en los estadios iniciales más tempraneros.
Entre los efectos que podrían desencadenarse probablemente estarían:
- Más sequías e inundaciones:
Cuando la atmósfera se desequilibra y la corteza terrestre se calienta, aumenta el ritmo de evaporación terrestre y marina. Esto lleva a que se causen fenómenos como sequías en las áreas localizadas en que este incremento de evaporación no se vea suplido con mayores precipitaciones. El vapor de agua adicional de la atmósfera concluye el ciclo indefectiblemente cayendo sobre la tierra en forma de precipitaciones, lo que comportará graves inundaciones en otras partes del mundo.
- Menos hielo y nieve:
En estos momentos, los glaciares de todo el mundo están en franca recesión y se están descongelando con rapidez. El hielo, que se está fundiendo con gran celeridad de la estimada, tendrá su traducción según el último informe del IPCC. En las áreas con fuerte vinculación al aporte de agua del deshielo de las montañas, esto puede revelarse con el inicio de sequías y escasez de agua potable. Conforme muestra el IPCC, se piensa que una sexta parte de la población mundial se asienta en estas zonas que resultarán afectadas por la coyuntura mencionada.
- Subida del nivel del mar:
Este fenómeno es producto de dos factores esenciales: en una parte apreciable por el deshielo de la nieve y el hielo glaciar y, por otra parte, por la llamada dilatación térmica del mar. Esta dilatación térmica es un proceso muy lento pero considerable, ya que un aumento de temperatura de simplemente 2º C podría ocasionar la subida de la altura del nivel del mar de casi un metro.
La prospectiva o proyección para las dos próximas décadas o consecuencias del cambio climático en relación con el calentamiento global son difíciles de predecir a juzgar por la opinión de los investigadores climáticos de todo el mundo. Los motivos de la complejidad y de la falta de fiabilidad se pueden resumir aludiendo a que los procesos y mecanismos naturales que provocan las precipitaciones, las tormentas, la subida del nivel del mar y otros variados efectos del calentamiento global dependen de una gran multiplicidad de factores diferentes y diversos. En segundo lugar, es ciertamente imposible la labor de proyectar con un margen escaso de error la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero en el futuro, dependiendo ello en buena medida tanto de decisiones políticas que no cabe adivinar como de descubrimientos tecnológicos y científicos imprevisibles.
Muchos de los efectos y repercusiones del calentamiento global ya se encuentran bien documentados y contrastados, corroborados con observaciones de la vida real, si bien en los estadios iniciales más tempraneros.
Entre los efectos que podrían desencadenarse probablemente estarían:
- Más sequías e inundaciones:
Cuando la atmósfera se desequilibra y la corteza terrestre se calienta, aumenta el ritmo de evaporación terrestre y marina. Esto lleva a que se causen fenómenos como sequías en las áreas localizadas en que este incremento de evaporación no se vea suplido con mayores precipitaciones. El vapor de agua adicional de la atmósfera concluye el ciclo indefectiblemente cayendo sobre la tierra en forma de precipitaciones, lo que comportará graves inundaciones en otras partes del mundo.
- Menos hielo y nieve:
En estos momentos, los glaciares de todo el mundo están en franca recesión y se están descongelando con rapidez. El hielo, que se está fundiendo con gran celeridad de la estimada, tendrá su traducción según el último informe del IPCC. En las áreas con fuerte vinculación al aporte de agua del deshielo de las montañas, esto puede revelarse con el inicio de sequías y escasez de agua potable. Conforme muestra el IPCC, se piensa que una sexta parte de la población mundial se asienta en estas zonas que resultarán afectadas por la coyuntura mencionada.
- Subida del nivel del mar:
Este fenómeno es producto de dos factores esenciales: en una parte apreciable por el deshielo de la nieve y el hielo glaciar y, por otra parte, por la llamada dilatación térmica del mar. Esta dilatación térmica es un proceso muy lento pero considerable, ya que un aumento de temperatura de simplemente 2º C podría ocasionar la subida de la altura del nivel del mar de casi un metro.
BIERZO NATURA” DA SU VISIÓN DE CONJUNTO:
Hasta ahora, todos los cambios climáticos- algunos de enorme magnitud- han sido cíclicos, a lo largo de cientos de miles de años y han sido determinantes para caracterizar a las Eras geológicas. Al contrario, el calentamiento global al que estamos asistiendo no tiene que ver con las leyes naturales sino con agresión continuada del hombre al medio ambiente. Si bien no se puede ni tan siquiera intuir cómo será el devenir, hechos que son inauditos o el mismo aumento de las catástrofes naturales nos hace creer que algo está cambiando, y no en absoluto para bien.
MARCELINO B. TABOADA