AGRESIÓN CONTINUADA AL RÍO OZA
Este año, como siempre, el río Oza ha visto disminuido su caudal hasta ser cero en algunas zonas, o sea, llegó a ir totalmente seco y poderse cruzar el cauce sin temor alguno a mojarse.
El estiaje, o disminución estacional, ha sido similar a otras temporadas. Es más, junio se comportó relativamente con bastante humedad, julio con temperaturas inferiores a las normales y agosto estuvo dentro de una absoluta normalidad. Desde
De todas las versiones, manifestaciones y reacciones que se han sucedido, la más convincente es la de Juan García Calleja, ex-Pedáneo de Valdefrancos, con una claridad convincente: “López Riesco nos dijo que, con la nueva traída, el río Oza recuperaría su cauce”, “ no sólo no se nos atienden las necesidades básicas para estos pueblos, sino que encima nos dejan sin los recursos naturales. Culpa a los vecinos por regar las huertas, llenar piscinas,…”
La falta casi total de caudal en el río Oza ha hecho saltar todas las alarmas y se ha producido un largo rosario de acusaciones cruzadas cuyos protagonistas han sido los indignados vecinos de Toral de Merayo, el Consistorio ponferradino, los partidos de la oposición, mediando a última hora
Desde Bierzo.Natura se aboga por solventar tan acuciante problemática de un modo radical, incluyendo el encauzamiento con escolleras del río Oza en San Clemente y Valdefrancos, circunvalando ambas poblaciones cuando se arregle la carretera, conforme ha prometido Diputación.
La queja pública, impulsada por
El Organismo de Cuenca entra en la disputa en un plan conciliador. Si bien, por una parte, muestra su intención de investigar si, por parte del Gobierno local, se ha derivado y captado un caudal superior a lo contemplado en la concesión; por otro lado, da por sentado que el estado del río no es para nada “alarmante”. Casi exonera al Ayuntamiento de Ponferrada, al señalar que la disminución de caudal “ no sólo puede deberse al incremento irregular en la captación de agua, sino también por la “realidad” comprobable de que el estiaje es anormalmente significativo este año”. En definitiva, el
Ayuntamiento sólo será sancionado si se demuestra el mal uso del agua para “baldeo de calles”.
Sin embargo, para nada se hace alusión al precedente en que el Consistorio ya fue sancionado, a partir de la elaboración de un informe-denuncia del SEPRONA en mayo de 2004, por una captación “abusiva” de agua del Oza con la cantidad de multa-castigo de 6.100 euros. Y, en caso de reincidencia, se habría de catalogar la misma infracción como grave.
Aparte de todo lo que es interpretable y rebatible, lo que se da ya como incontestable es que los vecinos no pueden servirse de la playa fluvial, que existe un aumento en la masa de basura depositada en el cauce del río, que se ha producido una gran mortandad de truchas y que los habituales del Valle del Oza tienen que conformarse con ver piedras o cantos rodados, en vez del “líquido elemento”. Y, como capricho del Gobierno municipal, una localidad como Toral de Merayo lleva muchos años aguardando alguna partida económica destinada a la construcción del nuevo puente. En fin…¡otra vez será, y van…!
MARCELINO B. TABOADA