CURIOSIDADES:
EL MAGO CHALUPA
El Mago Chalupa es ya un personaje tradicional de la Navidad berciana. Surgió en la década de los 70 como embajador plenipotenciario de Sus Majestades los Reyes Magos para la región de El Bierzo. Su misión era que no se perdiera ninguna carta a ellos dirigida por nuestros niños.Representa, asimismo, el carácter berciano tolerante, pues es un símbolo de respeto hacia otras religiones, culturas y costumbres.
La realidad es que fue inventado en el seno de un espacio radiofónico de una radio local ponferradina (en el decenio de los 70), encarnado por el gran locutor berciano (ya fallecido) Ignacio Linares. El programa era de animación navideña: comprendía secciones de música, juegos, adivinanzas,… orientadas al público infantil. Los niños podían participar por teléfono y, si acertaban, se llevaban un obsequio.
Hay que recordar que, desde mediados de los felices 60, la Cabalgata de Reyes era organizada por “Radio Juventud de Ponferrada” (posteriormente, Radio Nacional de España). Como una de las varias formas de financiación, se proyectó un programa de radio vespertino, mediante el cual un Embajador de los Reyes Magos, que respondía al nombre de “Chalupa”, respondía con corrección a todas las misivas que le remitían los niños de El Bierzo.
Se procedía a la lectura de las cartas recibidas y, con el preceptivo informe de los padres, se daba contestación a todas las que entraban en antena y se suministraban pausas y consejos de buen comportamiento.
Se hizo tan popular el Mago Chalupa que, desde entonces, acompaña en su propia carroza a los Reyes Magos en todas y cada una de sus visitas a El Bierzo. Situación especial ya que los turistas y no enterados no alcanzan a comprender por qué hay cuatro Reyes Magos.
El Mago Chalupa se presenta como una persona de raza negra, en justo y merecido homenaje a las generaciones de mineros bercianos y al carbón, como actividad distintiva y que todavía es constitutiva de uno de los sectores básicos y fundamentales de la economía berciano-lacianiega.Sin duda, ha pasado a formar parte por derecho del imaginario colectivo berciano y es ya un signo consolidado y admirado de nuestra idiosincrasia.
MARCELINO B. TABOADA