EL CAMBIO CLIMÁTICO HACE QUE NIEVE MUCHO MENOS
En meteorología, un temporal es un viento fuerte de grado superior al octavo de la escala de Beaufort. Puede ir acompañado de arena en suspensión (simún), de nieve (ventisca), o de lluvias.
Empieza a existir un temporal cuando el viento sopla a más de 60 km/h. Su fuerza desgaja entonces las ramas de los árboles y se vuelve más difícil para el hombre la marcha contra ese viento. En el mar, la altura de las olas pasa de 4 m y el viento arranca rociones a sus crestas, en tanto que se forman estelas de espuma orientadas en la dirección del viento. Si la fuerza de éste aún aumenta, se pasa del temporal a la tempestad.
Los abuelos dicen que no nieva como antes... y se suele tomar a chirigota, pero yo no lo haría... o no lo hago. Aunque la memoria es corta en meteorologia y antes un metro de nieve "se sufría" más que ahora dos metros, creo que hay mucho de cierto en los relatos de "tremendas" nevadas hace muchos años.
Empieza a existir un temporal cuando el viento sopla a más de 60 km/h. Su fuerza desgaja entonces las ramas de los árboles y se vuelve más difícil para el hombre la marcha contra ese viento. En el mar, la altura de las olas pasa de 4 m y el viento arranca rociones a sus crestas, en tanto que se forman estelas de espuma orientadas en la dirección del viento. Si la fuerza de éste aún aumenta, se pasa del temporal a la tempestad.
Los abuelos dicen que no nieva como antes... y se suele tomar a chirigota, pero yo no lo haría... o no lo hago. Aunque la memoria es corta en meteorologia y antes un metro de nieve "se sufría" más que ahora dos metros, creo que hay mucho de cierto en los relatos de "tremendas" nevadas hace muchos años.
Ahora nos asustamos por cuatro copos de nieve
La NASA prepara una misión para medir con certeza la cantidad de lluvia y de nieve que cae cada año.
“Es sorprendente todo lo que desconocemos sobre los patrones globales de la lluvia y de la nieve”, comenta Walt Petersen, científico atmosférico del Centro Nacional de Ciencia y Tecnología Espacial (NSSTC, por sus siglas en inglés) y de la Universidad de Alabama (UAH), en Huntsville.
Por ejemplo, ¿cuánta nieve cae en el mundo diariamente –y dónde? ¿Qué cantidad de agua se precipita sobre la Tierra en forma de llovizna?
“Estas son sólo algunas de las preguntas sin resolver”, señala. Hallar las respuestas nos permitiría llenar grandes vacíos respecto de nuestro conocimiento del sistema climático de la Tierra. ¿Qué debemos hacer? “La mejor manera de estudiar las precipitaciones globales es hacerlo desde el espacio”.
Por esta razón, recientemente la NASA financió una serie de 59 proyectos de investigación a través de su actual Misión de Medición de Precipitaciones (Precipitation Measurement Mission, en idioma inglés). Los estudios examinarán los
Resulta muy difícil calcular la cantidad de nevadas mediante un radar. Hacerlo con la lluvia es más fácil porque siempre se trata de simples gotitas llenas de líquido. Los ecos de radar que provienen de las nubes de lluvia se pueden convertir en porcentajes de precipitaciones con bastante precisión. Por ejemplo, un radar a bordo del satélite de la Misión de Medición de Lluvias Tropicales (TRMM, por sus siglas en inglés), de la NASA, mide las precipitaciones mensuales con una precisión de aproximadamente el 10%.
Pero las precipitaciones de agua congelada, como la nieve, son mucho más variables. Como sabemos, no existen dos copos de nieve que sean iguales. Las diferencias en tamaño, forma y densidad de cada copo de nieve indican que todas no caerán a la misma velocidad, complicando de este modo los trabajos realizados para estimar los porcentajes de las nevadas. Además, los copos de nieve tienen muchos ángulos peculiares y “superficies” planas, los cuales pueden producir ecos confusos para los radares.
La NASA prepara una misión para medir con certeza la cantidad de lluvia y de nieve que cae cada año.
“Es sorprendente todo lo que desconocemos sobre los patrones globales de la lluvia y de la nieve”, comenta Walt Petersen, científico atmosférico del Centro Nacional de Ciencia y Tecnología Espacial (NSSTC, por sus siglas en inglés) y de la Universidad de Alabama (UAH), en Huntsville.
Por ejemplo, ¿cuánta nieve cae en el mundo diariamente –y dónde? ¿Qué cantidad de agua se precipita sobre la Tierra en forma de llovizna?
“Estas son sólo algunas de las preguntas sin resolver”, señala. Hallar las respuestas nos permitiría llenar grandes vacíos respecto de nuestro conocimiento del sistema climático de la Tierra. ¿Qué debemos hacer? “La mejor manera de estudiar las precipitaciones globales es hacerlo desde el espacio”.
Por esta razón, recientemente la NASA financió una serie de 59 proyectos de investigación a través de su actual Misión de Medición de Precipitaciones (Precipitation Measurement Mission, en idioma inglés). Los estudios examinarán los
Resulta muy difícil calcular la cantidad de nevadas mediante un radar. Hacerlo con la lluvia es más fácil porque siempre se trata de simples gotitas llenas de líquido. Los ecos de radar que provienen de las nubes de lluvia se pueden convertir en porcentajes de precipitaciones con bastante precisión. Por ejemplo, un radar a bordo del satélite de la Misión de Medición de Lluvias Tropicales (TRMM, por sus siglas en inglés), de la NASA, mide las precipitaciones mensuales con una precisión de aproximadamente el 10%.
Pero las precipitaciones de agua congelada, como la nieve, son mucho más variables. Como sabemos, no existen dos copos de nieve que sean iguales. Las diferencias en tamaño, forma y densidad de cada copo de nieve indican que todas no caerán a la misma velocidad, complicando de este modo los trabajos realizados para estimar los porcentajes de las nevadas. Además, los copos de nieve tienen muchos ángulos peculiares y “superficies” planas, los cuales pueden producir ecos confusos para los radares.
Los operarios de los quitanieves no estan ,y muchas veces no saben,como actuar,porque nadie les ha enseñado,el cambio climático hace que nieve menos y cuando lo hace se adaptan otras máquinas para las tareas de quitanieves,asi que se colocan implementos como cuñas quitanieves a camiones 6x6,tractores etc.
Pero nadie les dice que tienen que dejar sitios despejados ,para dar la vuelta y para que se crucen los coches ,en la red secundaria de carreteras es donde se dan los mayores problemas,muchos debidos a la falta de formación de los operarios.
Las administraciones deben trabajar mas y mejor en señalizar las zonas peligrosas,echar sal en las placas de hielo y formar a sus operarios.
Hay tramos de carretera con placas de hielo en tramos ubicados en Fabero, Vega de Espinareda, Torre del Bierzo, Tremor de Arrriba, Villablino, Páramo de Sil, Riello, todavía es preciso circular con mucha precaución ya que el riesgo es alto por la existencia de numerosas placas de hielo.
Las administraciones deben trabajar mas y mejor en señalizar las zonas peligrosas,echar sal en las placas de hielo y formar a sus operarios.
Hay tramos de carretera con placas de hielo en tramos ubicados en Fabero, Vega de Espinareda, Torre del Bierzo, Tremor de Arrriba, Villablino, Páramo de Sil, Riello, todavía es preciso circular con mucha precaución ya que el riesgo es alto por la existencia de numerosas placas de hielo.
Consejos para circular con hielo y nieve.
-Reducir la velocidad a 40km/h
-No frenar bruscamente
-si el vehiculo pierde tracción acelerar y soltar el acelerador para que coja tracción.
-Corregir la trayectoria del vehiculo moviendo suavemente el volante.
BIERZO- NATURA : Pide que se formen a los operarios de las quitanieves
También que se enseñe a poner las cadenas en las auto-escuelas
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